jueves, 3 de diciembre de 2009

Artículo de opinión

JUSTICIA INJUSTA

Estoy segura de que todos nos hemos conmovido al conocer el trágico asesinato de la pequeña Mari luz Cortés. Así, podría afirmar que lo primero que hicimos todos al oír por primera vez la noticia, fue culpar a la justicia e ir corriendo a echarle la culpa al juez Rafael Tirado, como no, el principal y único responsable por no haberse dado cuenta de que Santiago del Valle, el presunto asesino, andaba suelto deambulando por las calles. Pero claro, nadie se ha parado ni siquiera a pensar que parte de culpa la pueda tener la Junta de Andalucía o el propio gobierno, por no haber cubierto la baja de la funcionaria encargada de ejecutar las sentencias que estuvo cinco meses de baja sin ser sustituida, lo que provocó un retraso de 600 sentencias en el juzgado. Asimismo, tampoco se ha llegado a la conclusión de que este error judicial pueda ser uno entre miles que aún no hayan salido a la luz, puesto que el gobierno apenas invierte en justicia y la calidad de los materiales que hay en los juzgados es nefasta. Entre otras muchas cosas podríamos destacar la falta de ordenadores, el desgaste de las infraestructuras, el aspecto desolador que presentan los juzgados, y eso por no hablar de la falta de personal… Y la gran cantidad de personas preparadas para ocupar ese puesto en el paro, claro, como estamos en crisis, no hay dinero para invertir en la justicia.

Apenas uno de cada cinco españoles considera que la justicia funciona adecuadamente, y de aquí surgen las inseguridades, de ahí que le exijamos explicaciones a la justicia, pero a nadie se le ocurre plantearse que el principal problema de los errores que se comenten en los temas judiciales sea por la falta de medios. Mientras tanto los medios de comunicación se encargan de lavarnos el cerebro orientándonos sobre lo que debe ser políticamente correcto, y el gobierno actual al igual que otros anteriores, no tiene ninguna intención de mejorar el funcionamiento de la justicia.

Seguro que todos nos preguntamos por qué en ocasiones la justicia es tan injusta. En principio, lo primero que debemos saber es que la justicia no existe, se ha definido como dar a cada cual lo suyo, pero ¿qué es lo suyo de cada cual?, ¿quién decide qué es lo justo? En realidad las autoridades judiciales aplican la ley y en base a ella deciden qué es lo justo. Ahora bien, ¿quiénes promulgan las leyes? Cómo no, el gobierno. Y cada vez que introducen una reforma legal se olvidan de incluir un anexo en el que se prevean medios materiales y humanos para aplicar esas nuevas leyes, llegando a colapsar aún más los juzgados. Pensemos que en España, un país de aproximadamente 48 millones de habitantes, hay unos dos mil fiscales y unos cuatro mil quinientos jueces. ¿Son suficientes para tal cantidad de habitantes? Todos llegaríamos a la conclusión de que habría que dotar a la administración de justicia de más personal. Para ello sería necesario que el gobierno invirtiera más en justicia, ya que actualmente tan sólo, se dota a la administración de justicia con menos del 1% de los presupuestos generales del estado. Juzguen ustedes mismos.

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