Resumen El Espíritu Eterno

Con tan solo treinta años, Marina Mun es una afamada pianista pelirroja bastante atractiva, malagueña de nacimiento, que se vio obligada a exiliarse a París en plena posguerra española, coincidiendo con la segunda guerra mundial. Allí, vive en un apartamento ubicado en la zona más popular y artística del país bohemio. Siente una gran afición por la lectura, por lo que en sus ratos libres siempre tiene un libro entre sus manos.

A pesar de estar instalada en París y tener diversos amigos, como son, entre otros, el pintor Pablo Picasso, Deray y su marido Esteban, su recién llegado perro, pancho,… su mente viaja constantemente hacia su pasado, recuerda como sus padres y su gran amigo Federico García Lorca fueron fusilados durante la Guerra Civil española. Asimismo, no puede dejar de sentir anhelo al rememorar los besos de su admirable amigo Bob antes de ser arrebatado en la batalla del Ebro.

Un día, mientras Marina se dirigía hacia su casa, fortuitamente se cruzó en su camino Herich Kennen, un oficial nazi que, nada más ver a la joven, sin saber cómo ni por qué, se obsesionó con ella, hasta tal punto que ordenó a FranÇois, su asistente personal, investigar a la muchacha para obtener información personal sobre ella. Más adelante, se conocerían en la fiesta que Deray, íntima amiga de la señorita Mun, dio en su casa. Al concluir el festejo, el señor Kennen la siguió hasta su casa y abusó de ella. Ésta, al intentar escapar, recibió un golpe que la dejó inconsciente, momento que el oficial nazi aprovechó para raptarla.

Kennen, en esos momentos, centraba todo su interés en una misteriosa investigación de cuatro manuscritos que podían ser muy importantes para la humanidad. Pero desde que apareció Marina todo comenzó a complicarse. A pesar de que ella se negaba a convivir con el oficial y sentía ira y desprecio hacia él, por circunstancias del destino, éste siempre acababa encontrándola y salvándole la vida.

Por si fuese poco el sufrimiento de Marina, ésta va viendo como sus seres más queridos en esos instantes van falleciendo en un corto periodo de tiempo; primero murió el hijo de su querida amiga Deray, no tardó mucho en llegar a su última parada la madre del muchacho, tras ser disparada a bocajarro, durante un concierto especial que la señorita Mun decidió dar en memoria del pequeño fallecido, en el cual irrumpieron los militares propinando tiros con ametralladoras. Tras todo lo ocurrido Marina se sentía huérfana, se había quedado sola y desamparada en este mundo tan inicuo.

Marina, atemorizada por todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor, echó a correr sin cesar hasta llegar a la entrada de la basílica Sacre Coeur en Montmartre. Allí volvió a reencontrarse con el Herich, que se vio obligado a huir sin rumbo fijo, puesto que estaba siendo perseguido por los oficiales nazis acusado de querer conspirar contra Hitler. Por diferentes circunstancias los dos estaban completamente solos y decidieron fugarse juntos. En su deserción la joven malagueña mostró interés por ayudar al oficial nazi a descubrir el misterio que ocultaban los manuscritos.

A partir de este momento Erich, Marina y Pancho, el perro de la pianista, se hicieron inseparables, hasta tal punto que, sin darse cuenta, la española acabó enamorándose del oficial. Poco a poco, consiguieron ir encajando las piezas del puzzle y descifrar la enrevesada hazaña que escondían los cuatro manuscritos. El primero era bíblico, se trataba del comienzo de la era cristiana; el segundo, databa del siglo XIII y hacía referencia a la Batalla de las Navas de Tolosa; el tercero, pertenecía a Leonardo Da Vinci durante sus últimos años de vida en Francia (1507-1519); y el último, correspondía al diario de la condesa Báthory, la asesina en serie más voraz de la historia. Se percataron de que todos los manuscritos estaban conectados a una misma mujer pelirroja, Lilith, presuntamente la primera mujer de la historia antes de Eva. Pero toda esta historia se iba complicando cada vez más, hasta tal punto que Kennen llegó a la conclusión de que Marina podría ser la reencarnación de Lilith, puesto que las dos tienen demasiadas cosas en común, las dos son pelirrojas de pelo largo, con una gran valentía y coraje, la muerte pasa por su lado, pero no las alcanza, muere la gente que se encuentra a su alrededor.

De repente, Erich comienza a tener fiebres muy altas, Marina consigue que el médico acuda a auscultarlo, pero ya nada se puede hacer por su vida, tiene la sangre envenenada y acaba consumiéndose a causa de septicemia.

Finalmente Marina regresa a su Málaga natal, y se plantea que, quizás, el oficial Kennen tenía razón y ella es la viva reencarnación de Lilith, una vez en su ciudad entre pensamiento y pensamiento se queda dormida y sueña que junto a su fantástico dragón vuela hacia un paraíso donde encuentra a todos sus seres queridos ya fallecidos.

Prólogo El Espíritu Eterno

Cada vez que me planteo leer un libro, lo primero que me incita a adentrarme en el misterioso mundo de sus páginas, es el título. Sin duda alguna, «El Espíritu Eterno» es una gran elección, puesto que la fusión entre estas dos palabras pueden sugerir a los lectores intriga, incertidumbre, terror, muerte, fantasmas, energía, inmortalidad… Y saben que sólo a través de la ficción, junto con la aventura y las aportaciones o vivencias personales, quizás verídicas, de la propia autora, será posible adentrarse en ese universo tan complejo.

Este es el primer libro de la malagueña Elena Jiménez Pérez, que cuenta con un amplio curriculum profesional, entre otras muchas cosas, trabaja como profesora de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Málaga, es experta en nuevas tecnologías y colaboradora en «A vivir Andalucía», un programa de radio de Cadena Ser, en una sección sobre comprensión lectora.

Esta novela que nació en Internet, ya contaba con un club de fans incluso antes de ser publicada, por algo será… Quizás porque este libro tiene la capacidad de llegar a todo tipo de lectores que estén dispuestos a dejarse llevar por la imaginación y sumergirse en la historia que vivieron desgraciadamente nuestros antepasados, ya sean españoles a causa de la Guerra Civil o extranjeros debido a la segunda guerra mundial. Todo esto con un toque personal desde el punto de vista de la autora y entrelazado con datos aún más primitivos, como es el caso de cuatro manuscritos que datan desde comienzos de la era cristiana pasando por las Batallas de las Nabas de Tolosa en el siglo XIII y los últimos años de vida de Leonardo Da Vinci (1507-1519) hasta llegar al diario de la condesa Báthory.

Todo esto nos lleva a pensar que, quizás, cuando la autora escribió esta novela podría sentirse bastante conmovida por la pérdida de algún antepasado durante la Guerra Civil Española o, posiblemente ciertos familiares suyos tuvieron que exiliarse fuera del país para poder sobrevivir. Asimismo, las hazañas misteriosas de los manuscritos le dan un aire a libros misteriosos como «El Código Da Vinci», así como la creación del personaje Kennen, oficial nazi, junto con sus militares, pueden recordarnos a obras literarias como «El niño del pijama de rallas» o películas como «La vida es bella», probablemente otras fuentes de inspiración para la escritora malagueña.

Para esta narración Elena Jiménez Pérez, ha utilizado un vocabulario bastante formal, aunque ha sabido entrelazarlo con algunas expresiones muy malagueñas que le han dado un toque de gracia e ironía al texto. Algunas palabras a simple vista pueden parecer de una gran complejidad, pero no hay nada que no se pueda solventar con la ayuda de un buen diccionario, o en su defecto, en estos tiempos que corren, con la colaboración de Internet.

Gracias a la forma tan peculiar que ha utilizado la autora a la hora de describir detalladamente todas las acciones que ejecutan los personajes, podemos visualizar fácilmente con nuestra imaginación cada uno de los gestos y movimientos que éstos efectúan a lo largo de toda la narración.