viernes, 15 de enero de 2010

Prólogo El Espíritu Eterno

Cada vez que me planteo leer un libro, lo primero que me incita a adentrarme en el misterioso mundo de sus páginas, es el título. Sin duda alguna, «El Espíritu Eterno» es una gran elección, puesto que la fusión entre estas dos palabras pueden sugerir a los lectores intriga, incertidumbre, terror, muerte, fantasmas, energía, inmortalidad… Y saben que sólo a través de la ficción, junto con la aventura y las aportaciones o vivencias personales, quizás verídicas, de la propia autora, será posible adentrarse en ese universo tan complejo.

Este es el primer libro de la malagueña Elena Jiménez Pérez, que cuenta con un amplio curriculum profesional, entre otras muchas cosas, trabaja como profesora de Didáctica de la Lengua y la Literatura en la Universidad de Málaga, es experta en nuevas tecnologías y colaboradora en «A vivir Andalucía», un programa de radio de Cadena Ser, en una sección sobre comprensión lectora.

Esta novela que nació en Internet, ya contaba con un club de fans incluso antes de ser publicada, por algo será… Quizás porque este libro tiene la capacidad de llegar a todo tipo de lectores que estén dispuestos a dejarse llevar por la imaginación y sumergirse en la historia que vivieron desgraciadamente nuestros antepasados, ya sean españoles a causa de la Guerra Civil o extranjeros debido a la segunda guerra mundial. Todo esto con un toque personal desde el punto de vista de la autora y entrelazado con datos aún más primitivos, como es el caso de cuatro manuscritos que datan desde comienzos de la era cristiana pasando por las Batallas de las Nabas de Tolosa en el siglo XIII y los últimos años de vida de Leonardo Da Vinci (1507-1519) hasta llegar al diario de la condesa Báthory.

Todo esto nos lleva a pensar que, quizás, cuando la autora escribió esta novela podría sentirse bastante conmovida por la pérdida de algún antepasado durante la Guerra Civil Española o, posiblemente ciertos familiares suyos tuvieron que exiliarse fuera del país para poder sobrevivir. Asimismo, las hazañas misteriosas de los manuscritos le dan un aire a libros misteriosos como «El Código Da Vinci», así como la creación del personaje Kennen, oficial nazi, junto con sus militares, pueden recordarnos a obras literarias como «El niño del pijama de rallas» o películas como «La vida es bella», probablemente otras fuentes de inspiración para la escritora malagueña.

Para esta narración Elena Jiménez Pérez, ha utilizado un vocabulario bastante formal, aunque ha sabido entrelazarlo con algunas expresiones muy malagueñas que le han dado un toque de gracia e ironía al texto. Algunas palabras a simple vista pueden parecer de una gran complejidad, pero no hay nada que no se pueda solventar con la ayuda de un buen diccionario, o en su defecto, en estos tiempos que corren, con la colaboración de Internet.

Gracias a la forma tan peculiar que ha utilizado la autora a la hora de describir detalladamente todas las acciones que ejecutan los personajes, podemos visualizar fácilmente con nuestra imaginación cada uno de los gestos y movimientos que éstos efectúan a lo largo de toda la narración.

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